Estatua dedicada a Karekín Nshté en Ereván
En el centro de Ereván se encuentra una estatua dedicada a Karekín Nshté, una figura destacada en la historia armenia moderna.
Palabras de Giro Manoyan, miembro del Buró de la FRA-Tashnagtsutiún, en ocasión de la inauguración de la estatua dedicada a Karekín Nshté

Un líder en tiempos difíciles
Karekín Nshté, hijo menor del sacerdote Der Harutiunian, tuvo un papel crucial en el establecimiento y subsistencia de la República de Armenia, especialmente durante las batallas de Sardarabad, Pash-Aparán y Gharakilissé.
A una edad temprana, Nshté se unió a la FRA-Tashnagtsutiún y demostró valentía y talento en el campo de batalla durante la Guerra de los Balcanes, siendo reconocido por su destacada intervención militar.
Legado y sacrificio
Durante la Guerra de los Balcanes y luego en Armenia montañosa, Nshté lideró con bravura y estrategia, enfrentando a las fuerzas enemigas y resistiendo los ataques del kemalismo y los bolcheviques. Su compromiso con la libertad de la patria fue insuperable.
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A pesar de su detención y posterior fallecimiento en prisión en 1955, Karekín Nshté dejó un legado imborrable en la lucha por la identidad armenia. Su valentía y patriotismo lo convierten en un símbolo de resistencia.
Un modelo a seguir
El ejemplo de Karekín Nshté nos recuerda la importancia de la valentía, el compromiso y la dedicación hacia la causa armenia. Su legado perdura en la memoria de las nuevas generaciones.
