La historia antigua de Armenia nos muestra un país que ha sobrevivido a lo largo de los siglos sin ser conquistado en su totalidad. Tanto Roma como sus sucesores Bizancio han intentado anexar Armenia sin éxito. La ubicación geográfica de Armenia, en una meseta que sirve como puente entre Europa y Asia, le otorga una gran importancia estratégica.
Armenia ha sido un baluarte natural para la autodefensa, lo que ha dificultado su conquista total por parte de potencias extranjeras. A lo largo de la historia, Armenia ha sido ocupada y reocupada, pero siempre de forma parcial, lo que ha generado guerras interminables en su territorio.
La historia de Armenia es el resultado directo de su ubicación geográfica, su geografía y el carácter de su gente. El relieve montañoso de Armenia ha dado lugar a un pueblo aguerrido y resistente, capaz de sobrevivir a lo largo del tiempo.
También te puede interesarLa solución final de Atatürk: Fuego en EsmirnaDurante la era romana, Armenia se convirtió en un punto de conflicto entre Roma y los partos. Ambos imperios querían controlar Armenia, ya que su ubicación estratégica les permitía dominar la región entre el Mar Caspio, el Mediterráneo y el Golfo Pérsico. Sin embargo, la distancia de Roma y la actitud insumisa de la población armenia dificultaron su anexión.
La historia de Armenia entre Roma y los partos se prolongó durante siglos, y la solución encontrada fue mantener a Armenia como un estado independiente, pero bajo la protección de una de las dos potencias vecinas. Esta situación evitó su absorción por parte de los partos y garantizó su supervivencia a lo largo del tiempo.
Hoy en día, los desafíos y amenazas que enfrenta Armenia son similares a los del pasado. La relación entre pasado y presente es evidente, y es fundamental que Armenia aprenda a interactuar con sus vecinos actuales de manera estratégica y consciente de su historia.
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