William Saroyan nació el 31 de agosto de 1908 en Fresno, Estados Unidos. Fue un reconocido novelista, poeta, cuentista y dramaturgo estadounidense, destacándose principalmente por su prosa y teatro. Hijo de inmigrantes armenios, quedó huérfano de padre a temprana edad y fue enviado a un orfanato, donde comenzó a trabajar desde muy joven. Tras la muerte de su padre en 1911, la familia se reunió en Fresno seis años más tarde.
En 1921, Saroyan asistió a la escuela técnica para aprender mecanografía y abandonó sus estudios a los quince años. Descubrió su pasión por la escritura al leer algunos escritos de su padre, lo que lo motivó a convertirse en escritor. A pesar de las dificultades económicas, logró continuar sus estudios con trabajos ocasionales, incluyendo un puesto en la Compañía de Telégrafos de San Francisco. Sus primeras obras reflejan memorias de su infancia y juventud, muchas veces protagonizadas por inmigrantes armenios en Estados Unidos. Saroyan residió en París desde 1958 hasta su fallecimiento en 1981, a los 72 años, en su ciudad natal.
Una noche lejana, por William Saroyan
En un día de niebla, lleno de recuerdos de antaño y viejas canciones, Saroyan recordaba una noche especial en su vida. En medio de la penumbra, una canción cantada a una joven en un autobús llenó su mente de emociones pasadas. Aquel encuentro efímero marcó su corazón de forma indeleble, recordándole la fragilidad de los caminos que la vida y el destino nos presentan.
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La historia de una noche americana perdida en el tiempo y la memoria lo lleva a reflexionar sobre la fugacidad de los encuentros y la imprevisibilidad de las despedidas. La melancolía de aquella joven desconocida que lloraba al partir se convierte en un recuerdo imborrable, marcando un punto de inflexión en la vida de Saroyan.
Entre la penumbra y la oscuridad de la noche, Saroyan se sumerge en un viaje lleno de encuentros con los muertos que fueron amigos, risas y lágrimas que se entrelazan en un recuerdo lejano de una noche que nunca regresará. La continua búsqueda del amor perdido y la compañía de los ausentes marcan el rumbo de Saroyan, en una noche eterna que se desvanece en la neblina del pasado.
