Una experiencia transformadora en Armenia
El viaje a Armenia dejó una profunda huella en mi ser. No fue solo un destino turístico, fue una experiencia que transformó mi corazón y mi alma, llenándome de emociones y reflexiones.
Explorando la belleza de Armenia
Armenia superó todas mis expectativas. Desde la amabilidad de su gente hasta la seguridad de sus calles, cada rincón de este país me sorprendió gratamente. Recorrer sus bares y plazas fue adentrarme en un mundo nuevo, lleno de aromas y sabores únicos.
También te puede interesarAl menos siete detenidos por una protesta contra la demarcación fronteriza en ArmeniaLa majestuosidad de Armenia se revelaba en cada paso que daba. Desde la impresionante Cascada hasta las vistas del Monte Ararat, cada momento era una nueva oportunidad de conexión con la historia y la belleza de este país.
Sumergiéndome en la cultura armenia
Caminar por las calles de Ereván era sumergirse en la elegancia y la hospitalidad de su gente. Cada rincón contaba una historia, cada rostro reflejaba la riqueza cultural de Armenia. Fue un viaje de descubrimiento y conexión con mis raíces.
Un viaje inolvidable
Recorrer Armenia junto a mis compañeros de viaje fue una experiencia única. Desde el vernissage hasta los monasterios antiguos, cada momento quedará grabado en mi memoria como un tesoro invaluable. Armenia se convirtió en parte de mi historia y de mi ser.
También te puede interesarArmenia y Azerbaiyán inician los trabajos de demarcación de su fronteraUna vez que se pone pie en Armenia, comienzan a crecer las raíces que faltaban, raíces que tiran y hacen que cueste desprenderse, diría que es casi imposible. Algo de uno queda allá y requiere que cada tanto volvamos a nuestra querida y dulce Armenia.
Antonela Sahakian
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