San Luis Beltrán es un santo venerado en la Iglesia Católica, reconocido por ser un gran predicador y misionero en América Latina en el siglo XVI. Se le atribuyen varios milagros, entre ellos la capacidad de ensalmar y quitar el mal de ojo a las personas que lo necesiten. En este artículo, hablaré sobre la oración a San Luis Beltrán para solicitar su intercesión y protección contra el mal de ojo, una creencia popular en muchas culturas que se refiere a la envidia y la energía negativa que puede afectar a una persona.
Oración a San Luis Beltrán para ensalmar y quitar el mal de Ojo
Quién fue San Luis Beltrán
San Luis Beltrán nació en Valencia, España, en el año 1526. Desde joven mostró interés por la vida religiosa y se unió a la Orden de los Dominicos. Fue enviado a América Latina como misionero y se dedicó a predicar la palabra de Dios en diversos lugares, especialmente en Colombia, Ecuador y Perú. Se le atribuyen numerosos milagros durante su vida, y su devoción ha perdurado a lo largo de los siglos, siendo considerado un protector contra el mal de ojo y otras influencias negativas.
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La creencia en el mal de ojo
El mal de ojo es una creencia presente en muchas culturas alrededor del mundo, que se refiere a la capacidad de una persona para causar daño o desgracias a otra con tan solo mirarla. Se cree que esta energía negativa puede provocar enfermedades, mala suerte, accidentes y otros males en la vida de la persona afectada. Para protegerse contra el mal de ojo, se recurre a diferentes métodos, como el uso de amuletos, rituales de limpieza y oraciones a santos y deidades protectoras.
Oración a San Luis Beltrán
Oh glorioso San Luis Beltrán, predicador incansable y protector de los afligidos, acudo a ti en busca de tu valiosa intercesión. Tú que posees el don de ensalmar y quitar el mal de ojo, te ruego que protejas mi vida de las influencias negativas y de aquellos que desean mi mal. Con tu fuerza divina, líbrame de la envidia, la maldad y la energía negativa que pueda amenazar mi bienestar. Que tu luz y tu protección me acompañen siempre, guiándome por el camino del bien y la paz. Amén.
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