Una reacción constante
La noticia sobre la decisión del Senado de Brasil desató una respuesta inmediata por parte de Ankara, que convocó a su embajador en Brasilia para llevar a cabo «consultas» de acuerdo con el protocolo establecido. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía emitió un comunicado el lunes 8 de junio calificando la medida tomada por el Senado brasileño como un acto de «irresponsabilidad política».
En ese sentido, el comunicado oficial enfatizó que «decisiones de esta índole, impulsadas por grupos de presión armenios, no pueden cambiar la historia ni las leyes vigentes». Asimismo, se confirmó que el embajador de Brasil en Turquía también fue convocado por el Ministerio de Relaciones Exteriores para ser informado sobre la protesta. Por su parte, Huseyin Dirioz, representante diplomático turco en Brasilia, fue llamado de regreso a Turquía, situación que se ha vuelto común en el gobierno de Recep Tayyip Erdogan.
También te puede interesarAl menos siete detenidos por una protesta contra la demarcación fronteriza en ArmeniaReacciones y protestas
En los últimos meses, ha habido reacciones vehementes ante los reconocimientos públicos hechos por el Papa Francisco, el presidente alemán Joachim Gauck, así como los Parlamentos de Austria y Luxemburgo. El retiro de embajadores ya no sorprende a nadie y, hasta el momento, no ha tenido repercusiones políticas significativas.
Además, Ankara también condenó la presencia de los presidentes de Rusia y Francia en la ceremonia oficial del Centenario del Genocidio Armenio en Dzidzernagapert el pasado 24 de abril, reafirmando así el reconocimiento de ambos países al crimen perpetrado por el estado otomano-turco.