En el jardín de infantes, es importante que los grupos tengan una identidad a través de sus nombres, especialmente si son elegidos por los propios integrantes. En este sentido, las salas del jardín conservan sus nombres tradicionales, pero al aumentar la cantidad de alumnos surge la pregunta de si es necesario cambiarlos. En consenso con el equipo docente, decidieron mantener el nombre original pero agregar un adjetivo elegido por los niños, permitiendo que cada grupo cree su identidad única.
Creando identidad
Este año, los alumnos de las salas Barriletes optaron por mantener los nombres elegidos el año anterior, dando lugar a la sala Barrilete Brillante y la sala Barrilete Colorido. Asimismo, se les pidió a los niños que diseñen los logos de sus salas, una tarea que requirió creatividad y paciencia. Cada niño aportó una idea y trabajaron en conjunto para alcanzar el objetivo propuesto.
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En las salas Arco Iris, los niños también buscaron un adjetivo que los identificara. Tras proponer y votar posibles nombres, finalmente se decidió que serían la Sala Arco Iris Luminoso y la Sala Arco Iris Multicolor. Este proceso de elección y aceptación refleja la importancia de aprender a valorar las opiniones de los demás y asumir compromisos desde temprana edad.
Reflejo de la convivencia
En el jardín de infantes, se fomenta el respeto mutuo, la aceptación de las diferencias y la colaboración entre los niños. A través de la creación de identidades grupales, se promueve la tolerancia y el trabajo en equipo, habilidades fundamentales para formar ciudadanos responsables en el futuro.