En memoria
La comunidad guarda tesoros especiales entre sus miembros. Personas con un gran sentido moral, sensibilidad, honestidad y amor por los demás. Y cuando perdemos a una de esas personas sabias, el corazón se nos aprieta.
Nuestra comunidad tiene tesoros ocultos entre sus integrantes. Personas que tienen enorme sentido moral, sensibilidad, honestidad y por sobre todas las cosas amor por sus semejantes. Y cuando perdemos alguna de esas sabias personas nos duele el corazón.

Un ser transparente y dedicado
Horas después de la muerte del Dr. Juan Minoian, recordamos a un hombre transparente dedicado a su profesión de médico, a su familia y a toda la comunidad. Su identidad armenia estaba arraigada en su ser, transmitida por su padre proveniente de Akn. Su compromiso con la causa armenia y su lucha por la justicia eran parte integral de su vida.
Un vida de servicio y compromiso
Juan era un verdadero militante de la vida, sanando cuerpos y almas con su espíritu batallador y su fe en un futuro mejor. Como director del Hospital Larrain de Berisso, no solo se enfocó en su labor médica, sino que luchó por dotar al hospital de los recursos necesarios para cumplir con su misión. Además, fue un pilar en la comunidad armenia local, liderando la Asociación de Entidades Extranjeras de Berisso y promoviendo la causa armenia en la región.
Un legado de honestidad y dedicación
El Dr. Minoian se ganó el cariño y la confianza de todos los que lo conocieron por su hombría de bien, su palabra sincera y su compromiso inquebrantable. Su memoria prodigiosa y su pasión por servir a los demás lo convirtieron en un líder comunitario ejemplar. Su legado perdurará en la historia, recordando a un hombre sabio que dedicó su vida al servicio de los demás.
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La causa armenia ocupó un lugar preponderante en su vida. Puede decirse que el Dr. Minoian se puso al hombro la responsabilidad de llevar adelante las reivindicaciones armenias en Berisso y La Plata.
Recordamos al Dr. Minoian con cariño y respeto, un hombre cuya lucidez y entrega marcaron profundamente a quienes lo conocieron. Su legado perdura, una historia que estaremos encantados de compartir para que todos conozcan la huella que dejó este hombre sabio que acabamos de despedir.
Un abrazo a Juan, nos reencontraremos algún día para seguir hablando de nosotros, los armenios.
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Jorge Rubén Kazandjian