Colegio Mekhitarista - Ari Dun: Nueva perspectiva

La alumna Milagros Urtasún del Colegio Mekhitarista, participó del programa Ari Dun, junto a cinco compañeras, siendo ella la única que no es de origen armenio. Su desempeño en el estudio durante la secundaria, le permitió esta posibilidad. Dicha excepción fue gestionada por la Dirección del colegio en los últimos años y autorizada por el Ministerio de la diáspora.

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Experiencia en Armenia

Después de haber estado cuatro días en un hotel con mis compañeras, llegó el momento de conocer a las familias con las que íbamos a compartir las próximas semanas. La noche antes del “gran día” me sentía llena de incertidumbres y expectativas, ya que aunque era mi segundo viaje a Armenia, todo era nuevo para mí al no ser armenia.

Convivencia con una familia armenia

Al llegar al ministerio, una coordinadora nos asignó a cada una a nuestras respectivas familias. Personalmente, me tocó quedarme con la familia Hakobyan. Al principio, todo era desconocido y lleno de temores, pero pronto fui acogida por Anna, mi madre armenia, y Ani, mi hermana armenia. A pesar de no compartir la misma sangre ni los mismos orígenes, las conexiones que establecimos se volvieron inolvidables y eternas.

Lección aprendida

Durante mi estancia en Armenia, Ani me compartió una leyenda armenia que me dejó una importante reflexión sobre la vida y la preocupación por el futuro. A través de su historia, pude comprender que vivir en el presente y disfrutar de lo que nos rodea es fundamental para una vida plena.

Identidad y comunidad

En el campamento, surgió un debate sobre la identidad armenia y la importancia de las raíces. Pese a no tener ascendencia armenia, me di cuenta de que ser armenio va más allá del origen biológico. Se trata de sentirse parte de una comunidad, de compartir gustos y de involucrarse en la cultura y tradiciones.

Regreso a casa

A través de este viaje, logré crear raíces en un lugar que no era mi tierra natal. Dejé una parte de mí en Armenia y me llevé conmigo experiencias y enseñanzas invaluables. Conocí gente extraordinaria, aprendí sobre una cultura diferente y me conecté con mis raíces de una manera única.

Milagros Urtasún