Opinión
Hace ochenta y cuatro años, los armenios perdían a uno de sus héroes más destacados, Aram Yerganian. Este valiente armenio fue protagonista de momentos trascendentales en la historia de su pueblo, siendo recordado con admiración y respeto.
Aram Yerganian nació el 20 de mayo de 1900 en Garín, una ciudad armenia conocida como Erzerum. Durante el genocidio armenio cometido por el imperio otomano-turco, se refugió en el Cáucaso y se unió a la resistencia contra los genocidas turcos, participando en importantes batallas como la de Pash Aparán, Sardarabad y Gharakilisé que llevaron a la creación de la República de Armenia en 1918.
Aram Yerganian se unió al Tashnagtsutiún y posteriormente se trasladó a Europa, donde participó en la Operación Némesis junto a otros valientes fedaí. Esta operación buscaba ajusticiar a los responsables del genocidio armenio que habían logrado evadir la justicia. Gracias a su valentía, lograron hacer justicia por su pueblo.
También te puede interesarAl menos siete detenidos por una protesta contra la demarcación fronteriza en ArmeniaA pesar de las adversidades, Yerganian fue uno de los héroes que luchó por la libertad y la independencia de su pueblo. Luego de vivir en diversos lugares, se estableció en Buenos Aires, donde formó una familia y continuó su lucha por la causa armenia. Tras enfrentar problemas de salud, falleció en Córdoba en 1934, dejando un legado de valentía y compromiso.
El ejemplo de Aram Yerganian nos inspira a seguir luchando por nuestras reivindicaciones pendientes como pueblo armenio. Su legado de honor y sacrificio nos impulsa a mantener viva nuestra identidad y tradiciones, honrando la memoria de aquellos que dieron todo por su pueblo.
Recordar a héroes como Aram Yerganian nos invita a reflexionar sobre el privilegio de seguir en el camino de la lucha y el honor. Su valentía y determinación nos guían en nuestro compromiso por alcanzar la justicia y el reconocimiento que merecemos como armenios.
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